miércoles, 27 de agosto de 2008

Para Aky, el mejor amigo de Israel

























Para Aky, el mejor amigo de Israel

A pesar de todo, eras buena gente.
Aquel día, cuando llegue a tu casa
me recibiste de buena gana.
Pensé que me morderías
pero Grecia dijo que tú no comías de mi carne.
y me sosegué. Eras un perro hecho de sueños.

Vanessa me comentaba que no comías el pedigree puro
ya que te hostigaba, y yo lo entiendo.
Jugabas a los gladiadores con Israel, en las tardes.
Tu mirada enredaba en los ojos de Israel,
debo imaginarlo.
Tú, agitando la cola, si llegaba
Lorena, de la academia.
Esperando muchas veces a Papá

La muerte tuvo que dormirte,“Aky”
pero no te enojes, ni llores.
¿Viste?, es malo comer de la calle.
Lástima que no pude volver a verte
porque me agradaste mucho, eras buena gente.
Estoy seguro,
que de verte nuevamente
te hubiese
contado cuentos y un par de chistes
de los que te hubieses reído
con un par de ladridos.

La muerte tuvo que dormirte, Aky
la muerte tuvo que dormirte.
Pero ya se dormirá
un día, yo le arrojaré piedras cuando venga.
Le diré que todavía eras un niño
que nunca orinaste bajo un árbol,
y no sabias nada de la vida.
Porque aún eras muy joven.

martes, 26 de agosto de 2008

Sé que la palabra

Sé que la palabra como la ciudades, tiene un sol, un perro, y una lata de leche abandonada. Sé que como el universo, la palabra posee esa posibilidad de tenerlo todo.

lunes, 25 de agosto de 2008

Responde

En nombre del silencio, responde.
Mira que yo he caído en silla de ruedas
por ti y me he convertido en luz opaca
de agua. Responde por favor,
a este poema de un poeta sordo.

viernes, 22 de agosto de 2008

Explicaciones

Tú eres mi bibliografia, la explicación de mi historia y de mis versos. Hablamos mientras llueve, miro tus ojos exactamente porque quiero arrancar hierbas de tus ojos, y sacar mi rostro de ti.

Dices que el amor es bello cuando la vida misma lo separa de nosotros. Me doy cuenta de que mis sueños, no son tus sueños. Estoy a punto de pensar que un poema no puede hacer que ames, sino crear soledad en mi interior y volver mi piel una especie de ca scarón. La nada me ocupa. Debo escribir dentro de ti para explicarte mis palabras, la denotación no me ayuda, o tal vez mi impaciencia. Sabes que eres mi amor, y yo no lo sé. No lo sé. Pienso ciertas veces renunciarte, no llamarte, esperar a que me llames, y me llamas, decido devolverte la llamada, renunciar a ese silencio de mi y de las cosas. Sé que el recuerdo tendra un paisaje, y que llenará de agua mis ojos, la delicada fuente que te observa, y te detiene, cuando de pronto quiero verte como Amor, y te vuelve polvo para el viento.

martes, 12 de agosto de 2008

Era alguna vez la voz

Era alguna vez la voz
La sed,
Los signos
Las palabras
Las noches
El amor
Lo sobrenatural
Lo agradable
Las aves
Las cicatrices borradas.

Era alguna vez la voz
El alrededor
La aldea y los campesinos alegres
El volcán lleno de magma.
El corazón lleno de magma.
Los versos en la mesa esperando al individuo
De las hojas blancas.

Era alguna vez la voz
La canción antes de dormir
El agua que caía
De las hierbas.
El efecto del fenómeno inexplicable.

Era alguna vez la voz,
Una extraña sensación de adrenalina
El marfil ardiente,
Lo blanco
Lo azul
Lo amarillo
Lo sedoso en los tímpanos

Era una vez la voz
Pronunciación de una lengua sincera llena de verdad
Era una vez la voz
Un promontorio de cenizas que formaban al hombre
Reconstruían sus huesos rotos, reconstruían el rostro,
La afabilidad de la mañana,

Era una vez la voz antes de dormir voz
Después de despertar voz
Después de atardecer voz
Después de sobrevivir voz
Después de llorar voz.
Que me tocaba el hombro
Y me hacia pensar en una ausencia lejana que nunca llegará.
Era una vez la voz a través del teléfono
Una mujer
Que persiste en las palabras como sombras.

Quiero

Yo quiero que el camino
Vierta sus dudas en tus labios
Y las respuestas que invernan en olvido
Nombren planos, estructuras
Que transformen al mundo
Que no conocemos.

Yo quiero rimar con un cariño bueno
la luz, el pasto, las mentiras fingidas.
Quiero también dormir sobre la paja
En un establo,
Que los caballos sean unicornios que menguan en el cielo.

Yo quiero arrancar las raíces malas del universo
Ser la justicia de la espada o de la muerte
Para liberar la enfermedad bajo la tierra.

Yo quiero que mi corazón ya no exista
Para ser más duro.
Y cuando llegue el invierno del 2030
Poder hablar de las fincas donde los versos
Soplaban con sus labios
Y una mujer con su mano
Desde el cielo
Dibujaba tristemente un nombre solitario.

Parece













Parece que a las diez
se enciende tu rostro
en mi pensamiento
y en mi soledad de mar,
busco tu voz
como una forma de respirar.

Supongo que esta necesidad
terminara a las dos,
pero la realidad se vacía de la ciudad.
Llega las seis am. en mis ojos,
invento una posible sombra tuya
para esconderme de ti,
pero ya ha amanecido.

jueves, 7 de agosto de 2008

Carta a lady Butterfly

Quería Lady Butterfly

Las presentes palabras son lo que siempre guardé en mí y jamás expresé por miedo a que se congelará el sentimiento y también por evitar caer en una ficción de amor. Recordándole que siempre reserve la realidad y nunca quise parecerle un individuo cursi que se pierde en la nada.

Le amaba las cejas aunque todavía la quería, esas líneas que no eran algo natural y que sobresalían de sus ojos, sus párpados marrones por la tarde o por la luz. Yo amaba su cabello que trataban de cubrir sus sueños, y sus deseos…Cuando usted, Lady Butterfly me ofreció la soledad, y yo decidí integrarme a ella, pasee por sus ciudades, y acepte las calles, me vestí con uniforme de soldados de plomo.

Sabe que jamás dejé las cosas en manos de nadie, porque siempre fui constante y construí lo que pensaba, pero lo que hay entre nosotros lo dejo en manos de Dios, ya no en ninguno de los dos. Lady Butterfly, ya no deje salir palabras, escriba sus palabras dentro suyo, es cierto que una q otra palabra siempre trataron en mí decir lo mucho que la quiero dentro de mí, no de fuera, o será que he entrado en un laberinto.

Le dejo un abrazo inmenso, esperando verla pronto por esta ciudad.


Jean

Lima 8 de agosto del 2008

martes, 5 de agosto de 2008

Corazón

Corazón, yo trataría de encontrar
la ciudad que buscan tus latidos,
Pero a veces me entregas a una soledad inmediata
y la justicia entre nosotros es injusta.
Amanezco desnudo sin alternativa,
sin dirección
en una realidad de aire oxidado.
Mis ojos se llenan de tráfico,
y de fronteras
cuando busco tu abrazo de arena.
Solo yo escucho lo que digo, y aprehendo
las respuestas que me guardas.
No por necesidad, sino por frío
y multitud entre la gente, de dioses y ríos.
Corazón yo trataría de borrar viejas conversaciones
que quedaban en los muebles y en el cenicero.
Aniquilar ese final que se encuentra en cada carretera
y alza sus manos, para irse…
Yo intento dejar ya los puñales
Y trato de ser bueno contigo y con el tiempo.

Para una mujer que aprendio a fumar

Debilitando el cigarrillo de octubre, bajo las renuncias de mis deseos, cree niebla en la soledad de su laberinto, y le entregué la mitad de mi cigarrillo aún con incesante calor en sus arterias, y ella dijo que lo había intentado, que su intención siempre fue crear una habitación en el viento, pero que todos sus intentos serian inútiles. –Cierra la garganta, que el vacío se apodere del silencio inconsciente- le dije. Y el humo que derramo en el aire fue un espíritu que perdió su cuerpo uniforme. Fue esplendido haberla visto aprender a conducir los sueños que se niegan a salir del alma, ver salir un paisaje hospitalario del túnel de sus labios. Ella iba perdiendo las vértebras sin delantal del cigarrillo las orillas del ruido y de la noche.

sábado, 2 de agosto de 2008

La noche me advierte alguna tardanza

Subo a la templanza de mi pensamiento
Analizo los gestos de tu fotografía y los gestos de tu voz
o de tus actos.
Bebo la luz que me llega por aire. Tropiezo con monotonías.
Prendo la televisión, juego a llamarte,
no respondes. Miro la ventana. Nadie se asoma
a esta hora, estoy solo a las 12 de la noche.
Nos separa el silencio de no vernos.

Llega el domingo con sus aromas de fiesta…
toco tus frías huellas en mi rostro,
la noche me advierte alguna tardanza
es hora de romper los números en mis dedos
que deban renunciar a hacerte una llamada.

Este poema

Un poema no puede devolverte la sangre,
solo puede traerte un poco de agua cuando lo necesitas,
una plaza, o las horas que pasamos juntos
en la alameda.

Tú descansas la imagen en algunos versos
que se han llenado de polvo por los años
por eso yo contemplo mi cuerpo desde lejos
abro la tierra en la hoja del cuaderno

y decido cuidar los momentos en que llega el alba
a preguntarme por tu voz, y por tus preguntas
que repetías en ciertos momentos para enojarme…