lunes, 12 de enero de 2009

Transcripción

Hay una transcripción de tu respiro
en mis manos
y yo no he pretendido
escribir bajo recuerdos
porque las tardes de lluvia
han perdido sentido entre nosotros.
Y los cines en esta hoja a cuadros
no estrenan películas de romance o tragedia.
Acepto que mis uñas ásperas
persiguen tu perfume de hierbas.
Pero estos versos ya no cruzan las autopistas
para encontrarte. Los coches de la Av. Tacna
ya no conocen la piel de tu corazón incompleto
deshaciéndose en la ventana de un ómnibus.

jueves, 1 de enero de 2009

Pequeña descripciòn de los sueños

Diario personal

Nunca pude hacerme responsable de lo que pensaba. Los sueños se me iban y mis palabras encontraban calles, rostros, imágenes. Y decidí confiar en los sueños. Analicé mi metafísica, decidí resolver lo que pasaba. Tuve mucho en cuenta mi vida, la niebla y la realidad, así que decidí, ser aire y verdad. Me tomó meses, a cada instante esperaba de reojo que llegara el sueño a recogerme, a escarbar mi alma y a llevarla más allá. Y fue que despierto presencie su llegaba, mi cuerpo era inservible, la nitidez de mis manos, me volví fantasma. Decidí buscar el secreto de mi vida y mi destino. Algo debía pasar en el sueño, tenia que pasar algo. Tenía que descubrir quien escribía el papel de mí y de los que presenciaban el lugar: las calles, las botellas de cerveza, los hombres que caminaban sin verme o de aquellos que me perseguían. Desperté y rompí una barrera, mi cuerpo tomo el alma. Transcribí en la realidad lo que pasaba en el sueño. Pero antes era necesario conversar con mis seres queridos, ya que no sabia cual era el riesgo de todo. Necesite saber la finalidad de mis actos. Todo lo que causé siempre tuvo una finalidad. Decidí escribir poesía, pero esta es sorpresiva, ya que no se piensa el momento que uno va a intentarla. En esos días andaba pobre de inspiración, pero decidí cometer lo inimaginable, así lo hice degradé conscientemente mi persona. Y llego, a recogerme. Esos días presencie el insomnio. Su naturaleza vaga estrechaba mis ojos. Todo fue así. Esa es una parte de mi historia, mis desordenes cerebrales, mis actos confusos que me sirvió para encontrar una verdad y la fuerza espiritual. La madurez de mis reflexiones, mi manera de analizar tanto la vida como vivirla y sobrevivirla cada instante.