lunes, 25 de enero de 2010

Haitì

Haití

Hay un lugar abierto en mis manos
por los niños que comen galletas de lodo
por las lluvias que desbidujan tus ríos
por los árboles que se volvieron humo
por tu rostro llorando en el agua
por la piel vestida de polvo
por los ómnibus volcados en medio del camino
por el frío de las 4 de la madrugada
por la madre que no vio llegar al esposo
por el padre que no llegó a dormir con la esposa
por el joven hijo que no llegó a la cena de casa
por la casa que no llegó a la cena de casa.

Haití

Hay un lugar herido en el mundo
por las lágrimas de un Dios
que se durmió en el escritorio
por la biblioteca que escribirá de otro color tu nombre
por el niño que encontró deshojada la lluvia
por los ojos que se desbordaron de tierra
por las horas que se escaparon del alma
por una tuberculosis que llego muy temprano
por el sida que infecto las estatuas
por la ropa tendida que se voló del cordel
por las rodillas que se cayeron por un padrenuestro
por los cuerpos que corrieron a ninguna parte
por los cubiertos que se ahogaron junto a las ollas


Por la canción que se escapo del sueño y no tuvo a donde ir
por la puerta que no abrió ninguna salida
por los 10 mil muertos, por los 20 mil muertos
por los 50 mil muertos…
por las escuelas destruidas en las escuelas
por la pobreza que sobrevive calentando sus manos en una hoguera
por el terremoto, por las inundaciones, por los niños
Que todavía no aprendieron a hablar un lenguaje
por el que perdió sus libros en el miedo
por las sábanas de la muerte que durmieron tantas gentes
por el niño que abrió sus brazos al aire
por la niña que abrazo al frío
este poema también esta herido

sábado, 9 de enero de 2010

Enero
















No tendrás conciencia de lo que dijiste ayer,
y yo cumpliré, sin querer, un deseo
que volverá en cenizas mis palabras.
Y como un niño que aprende a llorar sobre un lenguaje nuevo
que se enreda con la lluvia.
Te leeré un poema mío
que escribí después de tus palabras, de tu tono de voz
y de tu juventud.

jueves, 7 de enero de 2010

Contigo














Contigo no me sirve el arte
por eso desconfío de la poesía
y del abismo que inundaba mis ojos,
pero las palabras crisálidas me traían tantos
lugares de tu cuerpo
que el recuerdo
era un cuadro más de una canción.

Dame una prórroga, un tiempo sin memoria.
Ya no se trata de esperarte
en la meditación del frío, déjame despertar
ese corazón que sobrevive con respiración artificial.